OPINIÓN Y ANÁLISIS

¿Son honestos los candidatos presidenciales? Ciudadanía exige mayor transparencia rumbo a las elecciones 2025

Con miras a las elecciones generales de 2025, un tema clave que comienza a ganar protagonismo en el debate público boliviano es la honestidad y transparencia de quienes aspiran a la presidencia.

En un país marcado por escándalos de corrupción y creciente desconfianza institucional, la ciudadanía se pregunta si es posible conocer con certeza el verdadero patrimonio y la integridad de los candidatos.

Según la normativa boliviana, todos los funcionarios públicos —incluidos los candidatos que hayan ejercido cargos previos— están obligados a presentar una declaración jurada de bienes y rentas ante la Contraloría General del Estado.

Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil advierten que estos informes no siempre reflejan la realidad, ya que muchos políticos ocultan propiedades o fortunas a nombre de terceros.

“Hay candidatos que muestran ingresos modestos, pero viven como millonarios. Esa incoherencia debería encender las alertas”, afirmó un analista consultado por este medio. El caso del expresidente Evo Morales ha sido uno de los más comentados en este sentido: pese a su origen humilde y discurso anticapitalista, ha sido cuestionado por poseer propiedades y mantener un estilo de vida que, según críticos, no se corresponde con su declaración jurada. Sin embargo, no existe hasta ahora una condena judicial en su contra por enriquecimiento ilícito.

La ciudadanía también observa con atención el historial político y judicial de los postulantes. Las denuncias pasadas, las auditorías a sus gestiones anteriores y su relación con casos de corrupción son elementos que los votantes consideran cada vez más al momento de decidir.

Otro factor clave es el rol de la prensa investigativa y las redes sociales, que han contribuido a exponer irregularidades en la vida pública.

Aunque también existen campañas de desprestigio sin fundamentos, muchos ciudadanos encuentran en estos medios una herramienta para ejercer control ciudadano.

A menos de un año de los comicios, la demanda por líderes honestos, sin pasado cuestionable y con capacidad de gestión eficiente, se consolida como una de las principales exigencias del electorado boliviano. El desafío, según expertos, está en filtrar la verdad entre la propaganda, la manipulación y los intereses de poder.

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