PARTIDOS POLÍTICOS

Debate o fraude mediático: denuncian discriminación de candidatos en espacio organizado por UNITEL

El canal de televisión UNITEL es señalado por actuar de forma parcializada y excluyente, al organizar un debate político que invisibiliza a varios candidatos con pleno derecho a exponer sus propuestas.

La manipulación mediática se convierte en una amenaza directa a la democracia y al voto informado en Bolivia.

El canal televisivo UNITEL, uno de los medios de mayor alcance nacional, ha sido duramente cuestionado por organizaciones ciudadanas, analistas políticos y candidatos excluidos del debate presidencial que promueve, debido a un accionar discriminatorio, parcializado y antidemocrático.

Según denuncias públicas, varios candidatos legalmente habilitados para las elecciones nacionales fueron marginados sin justificación válida, a pesar de contar con propuestas concretas, representación ciudadana y el mismo derecho constitucional a participar en espacios de deliberación pública. En su lugar, el canal habría favorecido solo a un reducido grupo de aspirantes afines a ciertos intereses empresariales y políticos.

“La ciudadanía espera un debate plural y equilibrado, no un montaje televisivo para lavar la imagen de ciertos candidatos y silenciar a otros”, expresó un abogado constitucionalista consultado por este medio.

“Si se permite que los medios filtren arbitrariamente a quién escuchar, estamos frente a una manipulación del voto y una forma moderna de fraude electoral mediático”.

Más preocupante aún son las acusaciones de que el debate estaría parcialmente guionado, con preguntas y respuestas previamente coordinadas con algunos de los participantes.

Esta práctica pervierte la esencia del debate democrático, donde los ciudadanos tienen derecho a ver a los candidatos debatir en igualdad de condiciones, con espontaneidad y sin privilegios encubiertos.

Además, se ha identificado que algunos de los moderadores y conductores del debate mantienen posturas políticas abiertamente sesgadas o incluso vínculos con agrupaciones políticas, lo que desacredita por completo la objetividad del espacio.

Este episodio ha reabierto el debate sobre el rol de los medios en la democracia boliviana. ¿Pueden los canales de televisión convertirse en árbitros del proceso electoral? ¿Quién los regula cuando actúan como actores políticos disfrazados de comunicadores?

Diversas voces exigen a las autoridades electorales y al Tribunal Supremo Electoral (TSE) intervenir con urgencia y garantizar el acceso equitativo a los medios de comunicación para todos los candidatos, sin discriminación, favoritismo ni censura encubierta.

Un proceso electoral limpio exige que el pueblo tenga acceso a todas las voces, no solo a las que los medios deciden mostrar. El país necesita debates donde se confronten ideas, no shows montados para proteger intereses de ciertos grupos.

El pueblo boliviano tiene derecho a elegir, pero para elegir con libertad necesita conocer todas las propuestas. Y eso solo será posible si se garantiza la igualdad de condiciones para todos los candidatos.

La democracia no se construye con micrófonos selectivos ni cámaras al servicio de unos pocos. Se construye con verdad, transparencia y respeto al derecho del pueblo a decidir con conciencia.

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