Políticos derrochadores: campañas millonarias mientras Bolivia se hunde en la crisis

En plena crisis económica y energética que golpea a millones de bolivianos, los candidatos presidenciales Jorge “Tuto” Quiroga y Rodrigo Paz se dan el lujo de despilfarrar millones de dólares en campañas políticas desmedidas, plagadas de guerra sucia, concentraciones pagadas, compra de conciencias y una ostentación que indigna a un país sumido en el hambre, el desempleo y la pobreza.
Mientras la población hace filas por combustible, sufre la falta de empleo y ve cómo la canasta familiar se encarece día a día, los aspirantes al poder se pasean en autos de lujo, alquilan aviones privados y despliegan costosas campañas que parecen ignorar la realidad nacional.
Según politólogos y analistas independientes, se trata de una burla al pueblo: discursos vacíos que prometen el cielo y la tierra, mientras se gasta dinero en shows políticos que no responden a las verdaderas necesidades del país.
“La política boliviana se ha convertido en un mercado donde se compra la conciencia de la gente, en lugar de ofrecer soluciones serias y responsables”, cuestionan.
El contraste es insultante: el pueblo se debate entre la incertidumbre y la sobrevivencia diaria, mientras los candidatos destinan fortunas a una carrera electoral manchada de promesas incumplibles, ataques personales y estrategias mediáticas que alimentan la confrontación, pero no presentan propuestas reales de salida a la crisis.
Es hora de exigir responsabilidad, austeridad y compromiso genuino con Bolivia. Basta de despilfarro político en campañas millonarias que solo profundizan el descrédito de una clase política alejada del sufrimiento de su pueblo.