Todo el mundo reconoce que el premio Nobel de la Paz que gano la venezolana María Corina Machado es justa

El presidente del comité noruego que concede el galardón, Jorgen Watne Frydnes, ha dicho que la dirigente política y opositora venezolana María Corina Machado merece ese reconocimiento por su “incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos” y por “su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia” en Venezuela.
Según Frydnes, la premiada es “una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”, así como alguien que “encarna la esperanza de un futuro diferente, uno donde se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y se escuchen sus voces”.
Tras conocer la noticia, Corina Machado expresó que su Premio Nobel de la Paz 2025 representa un “impulso para concluir” la tarea de “conquistar la libertad” en su país y señaló al presidente estadounidense, Donald Trump, y a “las naciones democráticas del mundo” como aliados para alcanzar ese objetivo.
“Este inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la libertad”, dijo la exdiputada en la red social X.
En ese sentido, aseguró que se está “en el umbral de la victoria” y que hoy “más que nunca” cuentan “con el presidente Trump, el pueblo de los Estados Unidos, los pueblos de América Latina y las naciones democráticas del mundo” como “principales aliados para lograr la libertad y la democracia”.
Nacida en Caracas en 1967, Machado es una de las bestias negras del régimen de Nicolás Maduro. Durante las últimas dos décadas se ha dedicado a denunciar la represión del Estado venezolano, lo que le ha valido la persecución del Gobierno. Desde hace más de un año, vive en la clandestinidad, por temor a las represalias.
Conocida como la Dama de Hierro venezolana por la admiración que siente por Margaret Thatcher –a la que considera su gran referente ideológico–, Machado inició su carrera política en el 2002 con la creación de la asociación civil Súmate, muy activa contra el entonces presidente del país, Hugo Chávez.
Gracias a la visibilidad que le otorgó esa plataforma, en el 2011 consiguió ser diputada de la Asamblea Nacional, pero el régimen le acabó retirando el escaño tres años después.
La dirigente comenzó a adquirir gran relevancia internacional en el 2023, cuando arrasó en las primarias convocadas por la oposición venezolana para buscar un candidato de consenso de cara a las elecciones presidenciales del año siguiente. Su victoria incontestable (más de un 92% de apoyos) dio alas a la esperanza de un cambio político en el país.
El potencial de Machado para aglutinar un amplio espectro de votos causó pánico en el chavismo, que enseguida maniobró para impedir que pudiera presentarse a las elecciones del 2024: el Tribunal Supremo inhabilitó a la dirigente, y la oposición tuvo que buscar un nuevo candidato, Edmundo González Urrutia.
Pese a esos obstáculos, Machado se mantuvo como líder de facto de la oposición, y tuvo un papel muy activo en la campaña de las presidenciales. Finalmente, Maduro se autoproclamó ganador de aquellos comicios, aunque no aportó pruebas de su victoria: todo apunta a que en verdad se había impuesto el tándem González-Machado.
Como líder del movimiento democrático en Venezuela, María Corina Machado es uno de los ejemplos más extraordinarios del coraje de la ciudadanía”, ha resaltado el comité del Nobel, que este año ha tenido que valorar un total de 338 candidaturas.
En los últimos meses, el nombre que había sonado con mayor insistencia era el de Trump, quien aspiraba a convertirse en ganador por su mediación en conflictos como los de Ucrania y Gaza. Al final, el presidente estadounidense se va de vacío. Pero puede consolarse: Machado es una fiel aliada de la Casa Blanca. Una Casa Blanca que ha abierto una crisis sin precedentes con el Gobierno de Maduro, ordenando el bombardeo de varias embarcaciones frente a las costas venezolanas bajo el argumento de que transportaban droga. La tensión es tal que el chavismo ha movilizado a milicianos y reservistas para hacer frente a una eventual invasión estadounidense.
El presidente del comité noruego que concede el galardón, Jorgen Watne Frydnes, ha dicho que la dirigente política y opositora venezolana María Corina Machado merece ese reconocimiento por su “incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos” y por “su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia” en Venezuela.
Según Frydnes, la premiada es “una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”, así como alguien que “encarna la esperanza de un futuro diferente, uno donde se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y se escuchen sus voces”.
Tras conocer la noticia, Corina Machado expresó que su Premio Nobel de la Paz 2025 representa un “impulso para concluir” la tarea de “conquistar la libertad” en su país y señaló al presidente estadounidense, Donald Trump, y a “las naciones democráticas del mundo” como aliados para alcanzar ese objetivo.
“Este inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la libertad”, dijo la exdiputada en la red social X.
En ese sentido, aseguró que se está “en el umbral de la victoria” y que hoy “más que nunca” cuentan “con el presidente Trump, el pueblo de los Estados Unidos, los pueblos de América Latina y las naciones democráticas del mundo” como “principales aliados para lograr la libertad y la democracia”.
Nacida en Caracas en 1967, Machado es una de las bestias negras del régimen de Nicolás Maduro. Durante las últimas dos décadas se ha dedicado a denunciar la represión del Estado venezolano, lo que le ha valido la persecución del Gobierno. Desde hace más de un año, vive en la clandestinidad, por temor a las represalias.
Conocida como la Dama de Hierro venezolana por la admiración que siente por Margaret Thatcher –a la que considera su gran referente ideológico–, Machado inició su carrera política en el 2002 con la creación de la asociación civil Súmate, muy activa contra el entonces presidente del país, Hugo Chávez.
Gracias a la visibilidad que le otorgó esa plataforma, en el 2011 consiguió ser diputada de la Asamblea Nacional, pero el régimen le acabó retirando el escaño tres años después.
La dirigente comenzó a adquirir gran relevancia internacional en el 2023, cuando arrasó en las primarias convocadas por la oposición venezolana para buscar un candidato de consenso de cara a las elecciones presidenciales del año siguiente. Su victoria incontestable (más de un 92% de apoyos) dio alas a la esperanza de un cambio político en el país.
El potencial de Machado para aglutinar un amplio espectro de votos causó pánico en el chavismo, que enseguida maniobró para impedir que pudiera presentarse a las elecciones del 2024: el Tribunal Supremo inhabilitó a la dirigente, y la oposición tuvo que buscar un nuevo candidato, Edmundo González Urrutia.
Pese a esos obstáculos, Machado se mantuvo como líder de facto de la oposición, y tuvo un papel muy activo en la campaña de las presidenciales. Finalmente, Maduro se autoproclamó ganador de aquellos comicios, aunque no aportó pruebas de su victoria: todo apunta a que en verdad se había impuesto el tándem González-Machado.
Como líder del movimiento democrático en Venezuela, María Corina Machado es uno de los ejemplos más extraordinarios del coraje de la ciudadanía”, ha resaltado el comité del Nobel, que este año ha tenido que valorar un total de 338 candidaturas.
En los últimos meses, el nombre que había sonado con mayor insistencia era el de Trump, quien aspiraba a convertirse en ganador por su mediación en conflictos como los de Ucrania y Gaza. Al final, el presidente estadounidense se va de vacío. Pero puede consolarse: Machado es una fiel aliada de la Casa Blanca. Una Casa Blanca que ha abierto una crisis sin precedentes con el Gobierno de Maduro, ordenando el bombardeo de varias embarcaciones frente a las costas venezolanas bajo el argumento de que transportaban droga. La tensión es tal que el chavismo ha movilizado a milicianos y reservistas para hacer frente a una eventual invasión estadounidense.
Dotado con 11 millones de coronas suecas (cerca de un millón de euros), el Nobel se entregará en una gran ceremonia en Oslo el próximo 10 de diciembre, aunque todavía no está claro si Machado podrá asistir al acto. De momento, lo único que se ha sabido es que ha recibido la noticia del premio con incredulidad: “Estoy en shock. No puedo creer esto, Dios mío”, le ha dicho por teléfono a Edmundo González, con el que el año pasado compartió el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia de la Unión Europea.Dotado con 11 millones de coronas suecas (cerca de un millón de euros), el Nobel se entregará en una gran ceremonia en Oslo el próximo 10 de diciembre, aunque todavía no está claro si Machado podrá asistir al acto. De momento, lo único que se ha sabido es que ha recibido la noticia del premio con incredulidad: “Estoy en shock. No puedo creer esto, Dios mío”, le ha dicho por teléfono a Edmundo González, con el que el año pasado compartió el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia de la Unión Europea.