Bolivia clama por una renovación política ante el dominio de los «dinosaurios»

A pocos meses de iniciarse el clima preelectoral rumbo a las elecciones nacionales de 2025, crece el descontento ciudadano por la falta de renovación en la clase política boliviana.
Viejos rostros como Evo Morales, Carlos Mesa y Jorge «Tuto» Quiroga continúan protagonizando el debate nacional, mientras la aparición de líderes nuevos se mantiene débil o fragmentada.
Analistas y voces ciudadanas advierten que Bolivia vive una «fatiga política», donde la población joven y sectores independientes sienten que no tienen representación real.
A pesar de algunos intentos de emergencia de nuevos liderazgos o movimientos ciudadanos y plataformas regionales, no existe aún una figura nacional consolidada que represente una verdadera alternativa.
«El sistema político boliviano no permite la renovación. Los partidos son estructuras cerradas y los liderazgos nuevos son bloqueados o desgastados», señala el politólogo Marcelo Zegarra.
Por su parte, ciudadanos entrevistados en Cochabamba y El Alto manifiestan que la política actual «está podrida» y que «se necesita gente nueva con ideas frescas y sin corrupción».
En este contexto, Bolivia enfrenta el reto de construir una nueva narrativa política, inclusiva, técnica y representativa, que rompa con el pasado y dé esperanza al futuro. Mientras tanto, la sombra de los «dinosaurios políticos» sigue dominando el escenario.