OPINIÓN Y ANÁLISIS

BOLIVIA: El juego mortal de postergar las elecciones

Hay fuertes indicios que hacen ver un panorama mas sombrío del que parecía. Varios operadores políticos estarían trabajando para intentar “postergar” las elecciones nacionales 2025, probablemente impulsados por fuerzas externas del país,  que no quieren que el Socialismo del Siglo XXI sea expulsado del gobierno.

En las ultimas horas han aparecido varios demandantes contra de las elecciones nacionales, que no han presentado sus denuncias al Organo Electoral, sino al Tribunal Constitucional, instancia compuesta por una gran mayoría de “prorrogados” y que se dan el lujo de intervenir en procesos electorales a gusto y antojo, como se ha demostrado patéticamente en las pasadas elecciones judiciales.

Con total certeza, el Órgano Electoral ha despertado la alerta nacional por estos curiosos actos de “demandantes” esbirros de algún poder político interesado en perjudicar las elecciones nacionales, que podrían interferir en el Calendario Electoral ya vigente y en plena marcha. Dicho Calendario esta tan ajustado en tiempos, que no aguantaría 1 solo día de pausa o estancamiento.

¿Quién es el mas interesado en postergar las elecciones del 17 de agosto? Obviamente el gobierno. Luis Arce Catacora en su desesperación por prolongarse en el poder intenta ser candidato a la reelección, pero todo indica que los números no le acompañan, ninguna encuesta hasta la fecha le ha favorecido en lo más mínimo para pensar que pueda tener algún éxito en sus aspiraciones políticas. ¿Qué le queda? ¿El fraude? O la famosa “prorroga” ensayada en el Tribunal Constitucional con gran éxito (hasta el momento) para los “prorrogados”.

En el caso del Presidente Arce, la cosa es radicalmente distinta. El desgaste del Gobierno por 20 años de administración masista del Estado es tan grande, que la gran mayoría de los bolivianos parece estar esperando por horas a que asuma el mando del Gobierno cualquier otra fuerza política, menos la corriente socialista.

En este contexto, pensar en una postergación del proceso electoral aduciendo cualquier motivo, es como echar gasolina al fuego. El solo anuncio de postergar elecciones podría desembocar en consecuencias imprevisibles para el Gobierno y para el país en su conjunto. ¿Habrá considerado la administración gubernamental sobre las consecuencias de esa descabellada posibilidad? O ¿será que eso es lo que quieren por “sugerencia” de sus aliados venezolanos y cubanos?

Quienes están apostando a la salida por el desastre en Bolivia, aún están a tiempo de reflexionar y evitar hechos que podemos lamentar todos los bolivianos sin remedio. Me refiero a cierta clase política que desde hace tiempo esta buscando el conflicto, el enfrentamiento y el odio entre bolivianos. Y estos intentos de derrocar la democracia postergando elecciones no hace otra cosa que alentar esa salida por el desastre mediante la confrontación, que la gente de bien no quiere.  

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