EVENTOS Y CAMPAÑAS

Bolivia entre la incertidumbre y la tensión: Crisis política, persecución y el fallido golpe del 26J

Bolivia atraviesa una de sus etapas más complejas en los últimos años, marcada por una profunda agitación política, tensiones sociales, una economía golpeada por la inflación, y recientes denuncias de persecución política.

A este panorama se suma la reciente difusión del documental oficial “¿Qué pasó el 26J?”, que revive el intento de golpe militar encabezado por el general Juan José Zúñiga en junio de 2024.

La situación social en Bolivia se ha deteriorado notablemente. Diversos sectores denuncian el incremento en el costo de los productos de primera necesidad, lo que ha derivado en masivas protestas ciudadanas a nivel nacional. La población, golpeada por la recesión y el desempleo, reclama medidas urgentes y un cambio de rumbo político.

A la crisis económica se suma una creciente polarización política. Partidos de oposición y organizaciones civiles han denunciado una ola de persecución política.

La detención de figuras militares, analistas políticos, líderes sociales y la situación judicial de la expresidenta Jeanine Áñez han despertado críticas nacionales e internacionales. Organismos como Human Rights Watch han advertido sobre el uso de la justicia como herramienta de control político en el país.

En medio de este clima tenso, el gobierno del presidente Luis Arce presentó el documental “¿Qué pasó el 26J?”, una pieza audiovisual basada en más de 300 testimonios y documentos, que reconstruye el intento de golpe militar liderado por el general Juan José Zúñiga.

Según el relato oficial, el plan incluyó la toma de la sede del Ejecutivo y el nombramiento de un “gobierno militar de emergencia”.

El documental también apunta a la participación de actores políticos de alto perfil como el expresidente Evo Morales y su exministro Juan Ramón Quintana, a quienes se acusa de conocer la conspiración.

Además, se menciona una posible participación externa en el intento de golpe, lo que ha encendido nuevamente el debate sobre la injerencia extranjera en los asuntos internos del país.

Con protestas activas, acusaciones cruzadas y una institucionalidad cuestionada, Bolivia se encuentra en un momento decisivo.

La sociedad civil pide respuestas y soluciones estructurales, mientras el gobierno intenta mantener el control y la legitimidad.

El futuro inmediato dependerá de la capacidad de diálogo y de las decisiones políticas que se tomen en las próximas semanas.

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