En Bolivia, la Justicia y el Gobierno no gozan confianza y credibilidad

El Poder Judicial y el Gobierno son las instituciones que menor confianza generan entre políticos, periodistas y líderes de opinión, según un estudio informe Delphi realizado por la fundación alemana Friedrich Ebert (FES) en Bolivia.
A cuatro meses del cambio de Gobierno en el país, el estudio ofrece una visión del panorama boliviano actual.
Los datos muestran que el descrédito institucional es generalizado: ni el Gobierno, ni la Asamblea Legislativa ni el Poder Judicial, ni las Fuerzas Armadas ni la Policía generan una “alta” sensación de confianza.
La administración de Luis Arce y el Órgano Judicial son las instancias peor evaluadas, y generan desconfianza para el 95% de los entrevistados. Más del 83% de los líderes considera que el nivel de confianza en el Gobierno es “muy bajo”.
En el lado opuesto, los organismos internacionales (21%), la Iglesia católica (17%) y el Tribunal Electoral (11%) son los más favorecidos, siendo este último un actor clave en el escenario actual ante la proximidad de las elecciones.
Sin embargo, hay dudas sobre su independencia frente al Tribunal Constitucional y el Gobierno, además de falta de cohesión interna.
El investigador y coordinador de la FES, José Luis Exeni, manifestó que el país está en un momento de “debacle de las instituciones” y que la agenda del próximo presidente es compleja porque deberá asumir medidas inmediatas contra la crisis económica e impulsar un proceso de reforma político institucional, empezando por una transformación integral del sistema judicial.
Al igual que en los estudios anteriores, el informe refleja la preocupación por la crisis financiera, que la mayoría de los encuestados la percibe en el aumento en el precio de los alimentos y la recurrente escasez de combustible.
Según el informe, el 60,7% de los liderazgos prevé una situación económica peor para fines de este año con riesgos de devaluación y una inflación descontrolada.
En lo que va del año, la inflación acumulada del país fue de 15,5% y duplicó la proyección del Gobierno para todo el año.
El 82% de los entrevistados atribuye la crisis financiera a la gestión del presidente Arce y su desaprobación es prácticamente unánime como también lo es la de la oposición política. En tanto, el 48% cree que el responsable de la situación económica es Evo Morales.
Aunque los datos muestran que domina un sentimiento de incertidumbre sobre los próximos seis meses, hay un nivel creciente de expectativa positiva con el cambio de Gobierno.
A pesar de ello, se anticipan escenarios de conflictividad poselectoral: el 92% de los entrevistados asume que el próximo presidente tendrá que enfrentar protestas sociales.
Exeni, en la presentación de los resultados en el programa Piedra, Papel y Tinta, explicó que el siguiente gobierno posiblemente será minoritario y que las medidas que tendrá que asumir pueden detonar conflictos.
“Hay una alta preocupación respecto a lo que viene (…) cuando se toman medidas económicas de ajuste hay quienes pagan ese costo y no es la casta, quienes pagan son quienes están en peores condiciones y eso puede generar conflictividad”, afirmó y dijo que para tener gobernabilidad se necesitarán construir acuerdos en una Asamblea Legislativa fragmentada.
El estudio se basa en datos obtenidos mediante el método Delphi con encuestas a 122 actores políticos, analistas, periodistas y especialistas.
La fundación advierte que por su alcance y naturaleza tiene un carácter cualitativo y no pretende ser representativo de una población más amplia. Los cuestionarios se aplicaron entre el 28 de junio y el 8 de julio.