LA ONU ADVIERTE: Bolivia podría enfrentar una hambruna sin precedentes si no se toman medidas urgentes
La Paz, Bolivia – junio de 2025.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una alerta crítica sobre la situación alimentaria en Bolivia, advirtiendo que el país podría enfrentar una hambruna severa en los próximos meses si no se implementan acciones urgentes.
La combinación de inflación descontrolada, escasez de alimentos, falta de combustibles y crisis política coloca al país al borde de una catástrofe humanitaria.
UN PAÍS QUE NO PUEDE ALIMENTAR A SU PUEBLO
Según un reciente informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el 35% de los hogares bolivianos se encuentra en inseguridad alimentaria moderada o severa, mientras que más de 3 millones de personas podrían caer en condiciones de hambre extrema si continúa la tendencia actual.
“La situación de Bolivia es muy preocupante. El alza de los precios, la escasez de productos básicos y la interrupción en las cadenas de suministro están dejando a las familias sin alimentos. Si no hay intervención rápida, la hambruna será una realidad”, declaró un portavoz del PMA desde Ginebra.
El organismo también señaló que la inflación acumulada del último año ha sido una de las más altas de la región, impulsada por la devaluación del boliviano, la caída de las reservas internacionales, y la reducción drástica de la producción agrícola y ganadera.
LA CRISIS DEL COMBUSTIBLE AGRAVA LA SITUACIÓN
Otro factor crítico es la falta de combustible, que afecta no solo el transporte de productos, sino también la producción y distribución de alimentos. En muchas regiones rurales, los campesinos no pueden trasladar sus cosechas a los mercados, lo que genera pérdidas económicas y desabastecimiento urbano.
Asimismo, la escasez de gas y diésel paraliza el funcionamiento de fábricas, hospitales, sistemas de refrigeración y hasta plantas de tratamiento de agua, afectando directamente la vida cotidiana de millones de bolivianos.
¿QUIÉN SALVARÁ BOLIVIA?
La pregunta que muchos se hacen es: ¿quién tomará las riendas de la crisis y evitará una tragedia nacional? Hasta el momento, el Gobierno ha respondido con medidas parciales y sin impacto sostenido.
La falta de diálogo con los sectores productivos, la desconfianza institucional y el conflicto político entre oficialistas y opositores impiden articular una estrategia de salvación nacional.
Economistas, organismos internacionales y líderes sociales coinciden en que se necesita una gran concertación nacional, con participación del Estado, el sector privado, ONGs y actores internacionales para frenar la caída del país hacia el colapso.
La ONU exhortó a las autoridades bolivianas a priorizar el acceso a alimentos y combustibles como prioridad nacional y a permitir la ayuda humanitaria sin restricciones. También pidió transparencia, coordinación y voluntad política para evitar que Bolivia entre en una etapa de emergencia humanitaria.
“La hambruna no se combate con discursos, sino con políticas concretas. Bolivia aún está a tiempo de evitar una tragedia, pero el reloj corre”, sentenció el informe.La Paz, Bolivia – junio de 2025.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una alerta crítica sobre la situación alimentaria en Bolivia, advirtiendo que el país podría enfrentar una hambruna severa en los próximos meses si no se implementan acciones urgentes.
La combinación de inflación descontrolada, escasez de alimentos, falta de combustibles y crisis política coloca al país al borde de una catástrofe humanitaria.
UN PAÍS QUE NO PUEDE ALIMENTAR A SU PUEBLO
Según un reciente informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el 35% de los hogares bolivianos se encuentra en inseguridad alimentaria moderada o severa, mientras que más de 3 millones de personas podrían caer en condiciones de hambre extrema si continúa la tendencia actual.
“La situación de Bolivia es muy preocupante. El alza de los precios, la escasez de productos básicos y la interrupción en las cadenas de suministro están dejando a las familias sin alimentos. Si no hay intervención rápida, la hambruna será una realidad”, declaró un portavoz del PMA desde Ginebra.
El organismo también señaló que la inflación acumulada del último año ha sido una de las más altas de la región, impulsada por la devaluación del boliviano, la caída de las reservas internacionales, y la reducción drástica de la producción agrícola y ganadera.
LA CRISIS DEL COMBUSTIBLE AGRAVA LA SITUACIÓN
Otro factor crítico es la falta de combustible, que afecta no solo el transporte de productos, sino también la producción y distribución de alimentos. En muchas regiones rurales, los campesinos no pueden trasladar sus cosechas a los mercados, lo que genera pérdidas económicas y desabastecimiento urbano.
Asimismo, la escasez de gas y diésel paraliza el funcionamiento de fábricas, hospitales, sistemas de refrigeración y hasta plantas de tratamiento de agua, afectando directamente la vida cotidiana de millones de bolivianos.
¿QUIÉN SALVARÁ BOLIVIA?
La pregunta que muchos se hacen es: ¿quién tomará las riendas de la crisis y evitará una tragedia nacional? Hasta el momento, el Gobierno ha respondido con medidas parciales y sin impacto sostenido.
La falta de diálogo con los sectores productivos, la desconfianza institucional y el conflicto político entre oficialistas y opositores impiden articular una estrategia de salvación nacional.
Economistas, organismos internacionales y líderes sociales coinciden en que se necesita una gran concertación nacional, con participación del Estado, el sector privado, ONGs y actores internacionales para frenar la caída del país hacia el colapso.
La ONU exhortó a las autoridades bolivianas a priorizar el acceso a alimentos y combustibles como prioridad nacional y a permitir la ayuda humanitaria sin restricciones. También pidió transparencia, coordinación y voluntad política para evitar que Bolivia entre en una etapa de emergencia humanitaria.
“La hambruna no se combate con discursos, sino con políticas concretas. Bolivia aún está a tiempo de evitar una tragedia, pero el reloj corre”, sentenció el informe.
