Luis Arce censurado por el colapso económico: inflación galopante, escasez de dólares y combustible

El Observatorio Ciudadano por la Transparencia Económica (OCTE) censura la autoproclamación de Luis Arce Catacora como candidato presidencial, en medio de una crisis económica que él mismo ha contribuido a profundizar.
En marzo de 2025, la inflación anual en Bolivia alcanzó el 14,63%, su nivel más alto en casi dos décadas, y acumuló un alza del 5,00% en lo que va del año.
El Fondo Monetario Internacional proyecta una inflación de 15,8% para 2025, más del doble de la estimación oficial del gobierno (7,5%), advirtiendo que el desequilibrio macroeconómico podría prolongarse si no se adoptan políticas de austeridad y estabilidad fiscal .
ESCASEZ DE COMBUSTIBLE Y DÓLARES PARALIZA AL PAÍS
La irregular distribución de combustibles ha llevado a bloqueos masivos por parte de mineros y transportistas en La Paz, que demandan soluciones inmediatas ante la falta de diésel y gasolina.
Al mismo tiempo, la escasez de divisas limita la importación de insumos básicos, generando largas filas en bancos y surtidores, y asfixiando la producción agrícola y el transporte público .
IMPACTO SOCIAL: EL COSTO DE LA INACCIÓN
Los sectores más vulnerables sufren el alza constante de la canasta familiar y la precariedad de servicios básicos. Las protestas, que ya se han extendido a más de 20 regiones del país, evidencian el hartazgo ciudadano y la pérdida de confianza en la gestión gubernamental .
RESPONSABILIDAD DE LA AUTOPROCLAMACIÓN
Pese a este escenario de descontento y empeoramiento de indicadores clave, Luis Arce insiste en su reelección, priorizando la preservación del poder partidario sobre la adopción de reformas urgentes.
Su autoproclamación no sólo soslaya la magnitud del desastre económico, sino que perpetúa un modelo clientelar que ha vaciado las arcas del Estado y debilitado las instituciones .
Llamado urgente a revertir el rumbo
El OCTE exige:
1. Que el gobierno presente de inmediato un Plan de Emergencia Económica, con medidas de control de gasto público y un cronograma claro para la estabilización monetaria.
2. La convocatoria a un diálogo nacional con todos los sectores (productores, transportistas, trabajadores) para acordar soluciones viables a corto plazo.
3. Auditar de forma transparente el uso de los recursos estatales destinados a subsidios y contratos de importación de hidrocarburos.