Millones para campañas, hambre para el pueblo: la vergonzosa realidad de los candidatos presidenciales

Mientras Bolivia atraviesa una profunda crisis económica, con el costo de los alimentos disparado, el desempleo en aumento y miles de familias luchando por sobrevivir, los políticos que aspiran a la presidencia derrochan millones en campañas electorales cada vez más obscenas.
Caravanas, spots publicitarios, escenarios lujosos y campañas digitales masivas se multiplican por todo el país, mientras el pueblo apenas puede pagar el pan del día.
La pregunta es inevitable: ¿De dónde sacan tanto dinero? Ningún candidato ha explicado con claridad el origen de los fondos que financian sus costosas campañas.
Las autoridades de control brillan por su ausencia, y los organismos encargados de fiscalizar el financiamiento político parecen más interesados en el silencio que en la transparencia.
Es una burla a la dignidad del pueblo boliviano ver a los candidatos disputar el poder con espectáculos millonarios, mientras hospitales carecen de insumos, las escuelas están abandonadas y el empleo informal se convierte en la única salida para miles de jóvenes.
Desde la prensa independiente y la sociedad civil exigimos una rendición de cuentas inmediata. No se puede permitir que, en plena crisis, los mismos políticos que prometen «cambio» y «esperanza» utilicen la miseria del pueblo como escalera para el poder.
Bolivia no necesita más promesas vacías ni campañas brillantes: necesita respuestas, justicia y dignidad.