Partidos políticos en Bolivia: el negociado oculto detrás de los curules parlamentarios
La Paz, 13 de mayo de 2025.– En medio del calendario electoral, la ciudadanía boliviana vuelve a observar con preocupación cómo los partidos políticos operan con total hermetismo en la definición de sus listas para la Asamblea Legislativa Plurinacional.
La selección de candidatos a diputados, senadores e incluso la vicepresidencia se ha convertido en una práctica cerrada, donde pesan más los intereses internos y el reparto de cuotas de poder que la transparencia o el compromiso con la democracia.
Diversas voces del ámbito político y social denuncian que los curules en el Legislativo se han transformado en una moneda de cambio, negociada entre élites partidarias a espaldas de la población.
“Se reparten cargos como favores personales o compromisos económicos, sin consultar a las bases ni considerar el perfil de los postulantes”, afirmó una fuente vinculada al sistema electoral.
Analistas advierten que este modelo clientelar mina la institucionalidad del Estado, debilita la representatividad del Parlamento y perpetúa la desconfianza ciudadana en las organizaciones políticas. La opacidad en la nominación de candidatos también impide un verdadero control social, reduciendo el proceso electoral a una formalidad sin contenido democrático real.
Organizaciones civiles exigen al Tribunal Supremo Electoral (TSE) establecer mecanismos que obliguen a los partidos a transparentar sus procesos internos de selección.
“La democracia no puede construirse sobre la base de pactos ocultos, compadrazgos o cheques en blanco entregados a dedo”, señaló un representante del Observatorio Ciudadano.
Mientras tanto, la sociedad boliviana observa, una vez más, cómo se negocia el futuro político del país en mesas cerradas, sin voz ni voto del pueblo al que dicen representar.
