SALVEMOS BOLIVIA: Reflexión ante una crisis provocada por la angurria de poder
Bolivia atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Una crisis económica y energética se profundiza día a día, mientras los actores políticos –tanto del oficialismo como de la oposición falsa– se enredan en cálculos electorales, encuestas y estrategias de poder, dejando de lado las verdaderas necesidades del pueblo, dijo el abogado José Carlos Sánchez.
Nos gobierna la angurria de poder. Comunistas disfrazados de líderes populares y supuestos opositores que solo actúan cuando les conviene, han llevado a nuestro país al borde del colapso, asevero Sanchez que fue bloqueado para participar en las elecciones como candidato a la presidencia.
El Estado se paraliza ante bloqueos que perjudican al ciudadano de a pie, marchas vacías que repiten promesas ya incumplidas, y discursos que dividen en lugar de unir. Todo mientras los mercados se desabastecen, los precios suben y el desempleo crece, anoto.
Jose Carlos Sanchez, pregunta: ¿Dónde están las soluciones? ¿Dónde están las propuestas concretas para enfrentar la falta de dólares, la escasez de combustibles y la caída en la producción nacional? El pueblo boliviano no puede esperar más.
No puede vivir solo de promesas ni seguir siendo rehén de una clase política que parece haber olvidado que el poder se debe al pueblo y no a intereses personales.
La democracia boliviana está secuestrada. El poder se ha convertido en un fin en sí mismo, cuando debería ser un medio para servir a la gente. Si seguimos así, no solo perderemos la economía, sino también la esperanza.
Este es un llamado a la conciencia, a la unidad y a la acción. Salvemos Bolivia. Recuperemos la democracia, defendamos lo poco que aún nos queda y construyamos, entre todos, un futuro distinto. Ya es hora de pensar en el país, no en las elecciones. Ya es hora de dejar de destruir y empezar a construir.
