Tuto Quiroga y Rodrigo Paz son farsantes de política, protagonizan una vergonzosa guerra en redes sociales

En medio de la crisis económica que atraviesa Bolivia, con familias enteras sufriendo el impacto de la inflación, la escasez de combustibles y el desempleo creciente, los candidatos presidenciales Tuto Quiroga y Rodrigo Paz se dan el lujo de protagonizar una vergonzosa guerra en redes sociales.
En vez de plantear soluciones reales a los problemas del país, ambos políticos han convertido la campaña en un circo digital, derrochando dinero en publicidad y ataques personales.
Lo más indignante es la victimización que intentan sostener. Tanto Quiroga como Paz aseguran “no tener recursos”, llegando al ridículo de declarar que apenas cuentan con 100 bolivianos en sus bolsillos. Sin embargo, la realidad es muy distinta: se trata de candidatos millonarios, con fortunas acumuladas gracias a su cercanía con el poder, a negociados oscuros y a una vida política marcada por privilegios.
La contradicción es evidente. Mientras miles de bolivianos luchan por sobrevivir con salarios mínimos que no alcanzan para la canasta familiar, estos “pobrecitos candidatos” despilfarran sumas exorbitantes en redes sociales, en asesorías de imagen y en la compra encubierta de conciencias electorales.
El país no necesita farsantes que simulen pobreza mientras exhiben sus privilegios. Bolivia requiere líderes con compromiso, propuestas y capacidad de gestión. Quiroga y Paz, lejos de representar una alternativa, simbolizan lo peor de la vieja política: discursos vacíos, demagogia y una total desconexión con la realidad nacional.
La ciudadanía merece respeto y no este espectáculo indignante de dos millonarios disputando quién grita más fuerte en Twitter. Bolivia no está para juegos ni para farsas. Está para soluciones.